Descripción de una sesión
En cada sesión se realiza una entrevista para recabar toda la información necesaria para la identificación de la carga emocional.
A continuación se pide, que relate lo que identificamos en la entrevista como carga emocional, cuando siente en su cuerpo las sensaciones físicas, alguna molestia en la boca del estomago, pecho…, comienza el trabajo emocional. No hay necesidad de hacer nada más.
En todo momento se mantiene plenamente consciente, simplemente con los ojos cerrados para evitar distracciones.
Puede ocurrir que no esté en contacto con sus sensaciones y emociones, bien porque no tiene claro que es lo que quiere trabajar o porque es excesivamente racional, entonces es necesario hacer previamente un ejercicio básico de relajación (relajar piernas, brazos, abdomen, espalda…).
La relajación, lo que produce es la sincronización de los hemisferios cerebrales para minimizar el uso de la parte izquierda de nuestro cerebro y permitir que la parte derecha sea la que prevalezca y tengamos acceso a ciertos estados que habitualmente no llegamos.
El cerebro está constituido por dos mitades, la mitad derecha llamada hemisferio derecho y la mitad izquierda llamada hemisferio izquierdo. El hemisferio derecho es la parte intuitiva, creativa y el que “recuerda” el hemisferio izquierdo es el que normalmente utilizamos y es el que está asociado a los 5 sentidos, a la parte analítica, la que razona o la que deduce.
Los estados de flujo suelen ser frecuentes en nuestra vida pero no somos conscientes de ello, se suelen producir cuando estamos profundamente conectados o ensimismados, por ejemplo escuchando música, pintando, observando algo bello… cuando nuestros cinco sentidos están enfocados en algo concreto.
Una vez alcanzado el estado de flujo, el terapeuta hace de guía hasta la experiencia responsable de su problema actual. (El terapeuta actúa como conductor de la experiencia, acompañando y escuchando el relato, para que la persona tome contacto de su verdad). Es en estas experiencias donde se toma conciencia de las innumerables creencias que están condicionando nuestra vida, suelen ser del tipo la vida es para sufrir, no importa lo que haga pues nadie me va a querer, no quiero saber nada, no puedo, no sé… . O simplemente se alcanza un estado de compresión diferente. Algo que no se comprendía, simplemente se resuelve.
Cuando se ha desprendido la carga emocional, llegamos al final de la sesión. El estado tras un trabajo terapéutico es tranquilo y sereno siempre. La persona suele tomar unos minutos para sí mismo o mantiene una breve charla con el terapeuta… el respeto y la comprensión es vital.
La duración de una sesión es más o menos de hora y media. Pero siempre dependerá de la experiencia en sí, no puede detenerse una sesión por que el tiempo ha finalizado, la experiencia de la persona y su resolución siempre prevalece por encima de lo demás.
El número de sesiones dependerá de la experiencia, lo más habitual son 3 / 4 sesiones.